No te perdí

No te perdí, como no pierden las flores
a esas mariposas que se posan sobre ellas
sólo un momento, para después volar.

No te perdí, como no pierde nadie
el agua, que entre sus manos,
suave y sigilosa escapa.

No te perdí, como no se pierde
a un gorrión, que escapa de la jaula
donde lo atrapan las rejas,
pero no le detiene el corazón.

No te perdí, como jamás se pierde
un trofeo que no se ha ganado.

No te perdí, como nadie ha perdido
a esa persona que jamás le ha querido,
esa persona que él mismo abandona.

No te perdí, como no he perdido
a esas supuestas amigas,
que aseguran estar de mi lado,
y me abandonan al necesitarlas.

No te perdí, como no he perdido
los pocos poemas que en mi vida
he roto porque nada dicen.

Para que me entiendas, yo no te perdí
por dos simples motivos:
el primero, jamás fuiste mío…
el segundo, yo no perdí nada,
en todo caso, me perdiste tú.

            Teddy Victoria Castillo Domínguez-