El equipaje

Amo la larga noche, el nuevo día;
amo la luz del sol, la luna, el viento;
amo el diario trajín, sin un lamento;
amor, en la soledad, mi compañía.

Amo el silencio, el trueno, la poesía;
amo el trabajo que me da sustento
también amo el dolor que a veces siento
cuando intentan robarme la alegría.

Amando es llevadero el equipaje,
ka carga que al nacer todos traemos
sin elegir o que nos toca en suerte.

Así será más fácil este viaje.
Si falta amor mucho antes perecemos
y no quiero en las vísperas mi muerte.

Cuando deba marcharme de esta villa
elegiré a mi gusto el equipaje;
con él será más leve el largo viaje
hasta alcanzar la luz que eterna brilla.

Un tesoro de cosas muy sencillas
en recuerdos uniré a mi bagaje:
de los amigos el mejor mensaje;
saber que germinaron mis semillas.

Grabadas llevaré las melodías,
las poesías, las risas, el aroma
de las flores que alegre planté un día.

Las caricias de aquél que me quería.
Si alguna lágrima en un rostro asoma
la agregaré, llegó cuando partía.

            María Teresa del Core