6 de febrero de 2008

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Inocencia

Dime si la marea ya se ha abierto,
si ha colmado con creces tu espesura,
destruyendo las cruces de un dolor
del que yo, sin dudar, soy inocente.

La cuesta junto al mar se ha ladeado,
y viste con dulzura las acacias,
se cierran los estigmas y las rosas
que humedece el aroma a madreperla.

El riego de tu pecho se ha sumido,
después del vendaval y de la escarcha,
en una claridad alba y serena.

Como un nenúfar surgiré del agua,
y mi ropa de lino y de rosario
quedará en tus manos como un cáliz.

            Teresa Domingo Catalá-

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