27 de febrero de 2008

small logo

Lina

Es un puñado de cenizas
dispersas en el viento
que el dulce firmamento
recoge con amor.
Un día sin clemencia
por entre las colinas,
tal vez bajo una estrella,
la echaron a andar.

A veces me desvelo
mirando su sonrisa.
Están sus ojos negros
mostrándome un lugar.

Su figura es como un campo
en plena primavera,
un cielo, una alameda,
con árboles muy bellos
y flores a granel.
La sigue mariposas
bordeando sus cabellos
y en la blanca noche amiga
me invita a cabalgar.

No sé si estoy despierta
o acaso esté soñando,
pero muchas veces, Lina
me viene a visitar.

Sus cenizas quizá
se posan en mi cuerpo,
y yo, sin saberlo,
las dejo pasar.

Isabel Leonor Premat-

cronicaliteraria@yahoo.com.ar | 2001-2008 Crónica Literaria - Comodoro Rivadavia - Chubut - Argentina