12 de marzo de 2008

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Asombro

En un claro del bosque devoré la semilla
mirando a los costados. ¡No me fueran a ver!
Y me creció, en la frente, esta flor amarilla…
¿qué flor enamora, loca de florecer!

En un claro del alma coloqué una mantilla
cubriendo la cabeza que la sintió nacer.
Y ha pasado insolente por mi casa sencilla
Depositando el día sobre mi anochecer.

Me quedé inconsecuente bajo el sol sin desierto,
voy perdida en la luna de otros dedos amados
bajo la piel oscura donde fingí una voz.

Entre tanto s escombros y entre tantos injertos,
como zurcidas odres sin el vino o soñado,
apoyaré la espalda sobre el árbol de Dios…

            Violeta Graciela Herrero-

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