El secreto

En inmenso universo del cerebro,
en confín más lejano de mi alma,
en un cofre invisible, en mil cerrojos,
guardo el secreto que corroe mi entraña.
En ese mundo extraño de neuronas
donde muy finos hilos se entrelazan
llevando la ilusión en pensamiento
en que solamente mi yo la alcanza;
allí mismo, en hilos invisibles
que sólo divisa mi propia alma,
por allí viajó aquel, mi secreto,
hasta entrar al cofre que lo guarda.
Y allí quedará por todos los siglos
en invisible cofre que resguarda
el secreto que sólo lo conoce
la sal amiga de mis propias lágrimas.
Cuando el tiempo, que todo lo transforma,
haga del cuerpo desprender el alma,
ese secreto volará hasta el cosmos
para quemarse en estrella lejana.
Y ese secreto morirá secreto
porque es secreto que guardó mi alma
y que sólo sabrá aquella estrella
que a mi secreto lo convierte en llamas.

            Eduardo Ranea-