Indio tehuelche

Dueño de la tierra que hoy habitamos
sacrificado por su clima muy fuerte,
nunca renunciaste a dejarla
y peleaste por ella hasta la muerte.

Luchaste en varios frentes,
para no perder la que fue tu Patria
y aún contra rivales muy fuertes
lograste mantenerte.

Pero llegó el hombre blanco
voraz y hambriento de esta tierra,
barrió con tu raza casi al exterminio
aunque un puñado, aún resiste
y pelea por su destino.

No tuvieron piedad con los tuyos,
usaron sus engaños obscuros,
pretendieron eliminarte definitivamente,
sin compasión humana.

Ellos ocuparon tu tierra,
instalaron sus intereses y cultura,
para beneficiar a sus aventureros,
implacables amos de lo que fue tu cuna.

Indio Tehuelche, tu raza no ha muerto
pero vive en tu Patagonia, donde crece
calladamente, esperando resucitar.
Tus hijos se encargarán de eso; ya lo verás.

Los gauchos de esta tierra,
también hijos de la misma,
te respetan y admiran por tu bravura,
acompañándote en recuperar lo que te pertenece.

Y nosotros, que emigramos de otras latitudes,
con amor y también con sacrificio,
a esta tierra la poblamos,
respetando tus derechos, un gran abrazo les damos.

No es mucho lo que reclamamos,
sólo lo que para tu vida necesitas,
para sembrar, criar la fauna
y un rancho para cobijar tu familia.

            Eugenio Zacharko-