En Galería La Normandina, de Mar del Plata

Rosemarie Allers inauguró
“Los arquetipos y el fuego”

El jueves 3 de abril a las 19 se inauguró en la galería La Normandina, de Mar del Plata, la muestra "Los arquetipos y el fuego" de la artista plástica Rosemarie Allers.
La exposición está integrada por 20 pinturas al óleo de mediano formato en las cuales Allers continua desentrañando en profundidad la relación hombre-mujer e indagando en las facetas del poder como factor determinante de las relaciones humanas. La artista presenta, a su manera, el mundo sofisticado y perverso del erotismo contemporáneo. Allers utiliza una pintura violenta, aparentemente espontánea pero muy elaborada. Hay un momento en el que la compulsión, el arrebato creativo, encuentran una organización ante la cual el caos se detiene, pero activo, en el borde, siempre a punto de irrumpir.
Según la crítica de arte Nelly Perazzo, se trata de una exarcebación casi romántica de una artista que no hace concesiones y que cobina un desnudamiento y una liberación de entretelones oscuros con una mirara aguda y analítica.

Rosemarie Allers nació en Buenos Aires y en su juventud estudió dibujo, pintura y escultura. Posteriormente se dedicó al teatro, estudió en el Conservatorio Nacional de Arte Escénico de Buenos Aires y durante variosaños realizó giras por Latinoamerica, representando obras en español y alemán.
De regreso a la pintura, asistió a los talleres de como Jorge Demirjian y Clelia Speroni. Desde 1988 expone en importantes escenarios, como el Centro Cultural Recoleta y el Palais de Glace y participó de las Ferias ArteBa y Expotrastiendas, de premios y salones.
En 1996 inicia un recorrido de exposiciones por Europa y Asia: participa como artista invitada por Marlbourough Gallery en el "Premio Internacional de Arte Contemporáneo de Montecarlo" en Mónaco, en representación de la Argentina. Continúa con una gran muestra de sus pinturas en un Museo de Tokio Japón y en la ciudad de Fukuoca. También expuso en Estados Unidos, Alemania, Chile y Brasil.
Es conocida por sus retratos de mujeres, francamente sexuales y agresivas, que disputan sus derechos a los hombres y su lugar en el mundo. Sus personajes tienen reminiscencia brechtianas de las décadas de 1920 y 1930.
Sus exposiciones individuales realizadas en Alemania, Holanda, Italia y Japón, como así también en América del Sud señalan la fortaleza y universalidad de su visión feminista.