Fuerte lluvia castiga
débiles techos de frágiles chozas,
figuras agonizantes de miedo
caminan un estrecho sendero
marcado con huellas de pies descalzos.
Huyen del hambre, de la miseria,
de sí mismos de la nada,
buscan un mañana prometedor.
Saben que existe,
pero no donde se encuentra,
siguen su sendero cargado de esperanzas,
no tienen sosiego, solo buscan
con sus pies ensangrentados.