En mi corazón estás

Un día te fuiste, sin saber si regresarías
Todos pensamos en la última oportunidad
Fue al final un largo viaje
y más difícil aceptar la realidad.
Ya Dios había decidido tenerte a su lado.

En casa se extrañaron tus sonrisas…
tus miradas serenas…
y sobre todo, las caricias de un Gran Papá.

Sin duda Dios lo quiso así
pero fue demasiado pronto.

A diez años que tú no estás
desearía tenerte a mi lado
y decirte lo que te he necesitado.

Muchas cosas quedaron por disfrutar.
Muchas otras por descubrir
y también nuestros corazones quedaron
en oscuridad, sin felicidad,
porque tú eras la razón que los hacía palpitar.

            Gladys Figueroa-