Tu
que eres pastor de una brisa
con puntos estelares que se
encienden en la silueta de la luna
tú supervisas vientres fragmentados
que gravitan pellejos
cuando cavilan los ruegos
tú que eres harina de molienda
y le muestras al sol todas sus edades
yo me inscribo con el látigo del tiempo
al curso sencillo donde se pliegan
páginas amarillas con rumores de salmo
troqueles al paraíso y la sutil transparencia
de noble lentitud que jadea la esperanza
tú y yo , sin más
sobrevivimos al metal acorazado
a la sombra de olivos y cerezos
al costado de un río y sus sueños
de inciensos depurados
dejando el duro acento en el cristal
el alma en bella forma
sin que se ponga a roncar el viento
en el cruce veloz de todas las espigas.
Susana Roberts- |