El Hombre (I)

El hombre puede ser una oscura amenaza
-presagio del infierno que no intuyes siquiera-
escondida en los pliegues de su boca certera
con destino de espanto, un disparo de caza.

El hombre es un peligro potencial, la tenaza
que aprisiona los bordes del dolor, una fiera
de encendido egoísmo que lastima a cualquiera
que se atreva a horadar su vidriosa coraza.

Es la voz imperiosa que te arrastra al pecado.
Rara vez te redime, mas te quiere a su lado
como hurí sujetada a sus grillos de arena.

Es el crisma augural que a vivir te condena
custodiando ese fuego del amor prometido.
Es prisión de tu risa. Es cadena y olvido.

Rafaela Pinto-