El mar siempre está
con su marea lunar,
me siento frente a él
le hago mis preguntas,
no tiene las respuestas
pero me acompaña.
En su profundidad
la fauna se ataca, defiende,
engulle mutuamente
sin culpas sin cargas.
En el abismo marino
reina la ley de la vida
en perfecta armonía.
Sentada frente a él
me dejo engañar por
su horizonte prolijo.