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Tu santo nombre
Que el grito en mi garganta
se vuelva ala y se eleve
que recorra los lugares
que mis piernas amortajadas de ciudad
no pudieron caminar.
Que se traiga de los amaneceres
los albores y de las plantas
los colores.
Que aprenda los idiomas de la tierra
la sintaxis del puro silencio,
la semántica del aire
arremolinando los cabellos.
Que me traiga de los bosques
el fuego primigenio
que le falta a mi corazón gélido.
Que atraviese como una flecha
las cataratas, las cordilleras,
los mares, las selvas.
Pero, sobre todas las cosas
que no haga más
que proclamar tu santo nombre:
Libertad.
Gito Minore- |
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