Paranoia

Caminando en el bosque oscuro de las ilusiones
donde se atrapan las emociones,
con pasos atajados e inseguros,
en el bosque no hay muros.

En el piso hojas secas y ramas resquebrajadas,
capullos con hojas atadas,
flores marchitas y muertas
de mi corazón caen sueltas.

Mariposas con colmillos
dando duro a mi cabeza con martillos.
¡Cae la noche! Desolación, soledad,
acompañadas de mucha ansiedad,
mi mente partida a la mitad.

Gruñidos salvajes, animales rapaces.
todos capaces de matarme.
Búhos sonámbulos con sus estímulos,
me alejo par ano terminar como ellos.

Esperando con ansiedad la luz
mis lamentos mueren ahora en un ataúd…
Cierro los ojos, “que sea lo que Dios quiera”.
Si tan sólo ya me muriera
sería tan fácil que no tendría sentido la vida.

Llegó el amanecer,
el sol empieza a nacer;
un nuevo día comienza
y otra vez caigo en mi existencia.

Ramiro José Pellizari-