Al amigo Padre Juan Corti
Hermano distinguido,
llegaste a estas latitudes
para cumplir con una misión
que Dios te había encomendado.
Eras muy joven y decidido
y pronto comenzaste a mostrar
tu valentía, dejando admirados
a todos los que te conocimos.
Te admiramos por tu tesón,
tu paciencia y tu voluntad
de hacer con amor, lo que
mucha gente no creía.
Luchaste contra los ignorantes,
los envidiosos y detractores
que se burlaron de ti enloquecidos,
pero fuiste firme en tu trabajo,
hecho con pasión y sacrificio.
El pueblo de Comodoro,
cansado de muchas frustraciones,
comenzó a ayudarte y animarte,
reconoció tu labor y tu lucha sin descanso.
Querido Padre Espiritual “Juan Corti”
hace rato que te ganaste el cielo,
tu obra es un ejemplo de dignidad
y cariño, hacia la gente humilde
que hoy te llora y ruega por tu vida.
Es que Dios sabe de tu esfuerzo
y quiere que descanses junto a El,
para la eternidad. Mientras
los comodorenses agradecidos,
te extrañaremos y siempre recordaremos,
dejando grabado en letra de oro
tu obra inmortal.
Tus amigos coterráneos, que vinieron
a “darte una mano”, dieron ejemplo
de verdadera amistad.
Nosotros hemos visto y sabemos
de su lealtad incondicional.
Pido a Dios que los bendiga,
Por su compartimiento “ejemplar”.
Eugenio Zacharko-
|