De la poesía
Me restituyo.
Esta es mi comarca verdadera.
Que aquí lo eterno es el instante
la infinitud del canto de la piedra.
Lo demás
imposturas pasajeras.
De todos los mundos entrevistos
de las divinidades ajenas y dispersas
de las rosas entredichas en las venas de mis sueños
necesito el piadoso fulgor de una certeza.
Vidente (por sospecha) de lo oculto
escucho los silencios
de todo lo que dije
y en el quicio de la voz
- la oigo resistir – arde una hoguera.
No quiero violentar las cavaduras
ni desnudar los despojos de la guerra.
Me queda aquí
el poema
el último esplendor de la inocencia.
Dolly Pagani- |