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Todavía
Todavía conozco la palabra escribir
y entiendo la naturaleza,
su lenguaje múltiple…
su llanto sonoro,
su bebida franca.
Entiendo su capricho
en sangre que grita
la dulzura el cielo
estremeciendo la tierra.
Galopando en la piel, en el cuerpo.
Su sonrisa amable en los animales.
Su abecedario místico…
la loca dentadura blanca de los glaciares…
los caprichos de hilos y vértebras verdes.
¡Oh!...
locura universal…
cuánto bebo de tu santidad…
cuánto de vida tengo,
y en tus manos
que se hacen verdes mis delirios…
dime…
dime que tanto necesito de tu sagrada aliento
porque las palabras se me agotan…
y no llego al corazón del universo.
Teodoro Litviñuk- |
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