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Mensaje oculto
Sólo un grillo estremece la noche;
tu estás lejos y huele a flores muertas;
cerca estoy yo
sólo yo y los que me repudian.
No soporto el dolor de esos ojos
y verlos sin vida me aterra;
cuánto sufren las manos del obrero;
no entiendo el camino gris que recorro
ni soporto una noche sin estrellas.
Cuántas mentiras esconde el ocaso,
las palabras son tan falsas como el olvido,
como el piano ágil del que no ama,
como mi rencor a tus dedos.
Dejaré despierto el sopor de mi carne
para que la brisa conozca
cada pecado inofensivo de mi alma.
Si para consolar aquella mirada
me basta Dios y tu palabra;
cuando el lucero te llame,
camina a su encuentro
y cuéntale que me conoces;
el dirá que ya lo sabe.
Natalia Beltramino Claramonte- |
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