El viento

El viento iluso pasa, o se queda,
corrige trazos, besa las rosas,
peina trigales, guía mariposas,
huye con flores de los almendros
sobre las alas de las gaviotas.

En tardes apacibles aborda cúmulos,
hundiendo su cincel modela estatuas;
trepa a los pinos, mece sus cimas
logrando un toque lleno de gracia.

En noches lluviosas golpea ventanas…
silba expectante en las chimeneas,
tirita, pensativo, en los eucaliptos
y desata canoas, que a la deriva, el río lleva.

Es algo mágico en el otoño
verlo ocupado hurtando hojas,
plegan el agua de las lagunas,
poner ojos de espuma sobre las olas.
Construir castillos sobre las dunas
desafiar atrevido, a las mareas,
erosionar, artesano, la abrupta roca
y deambular descalzo sobre la arena.

A veces dialogamos diversos temas
yo le cuento mis cuitas, él sus quimeras,
nunca nadie lo ha visto, dicen que es ciego
lleva de lazarillo una veleta.

Antonio Guzmán-