Anoche soñé…

Tuve un bello sueño, que realidad podría ser
peinaba mis cabellos blancos largos
y el viento jugaba entre las cortinas,
mientras mis nietos correteaban la casa.
Llena de risas y juegos de sala
que no había lugar para albergar la soledad
la muerte a mis espaldas dándome permiso
para quedarme un tiempo más.
Aquí te quieren anciana, me decía
has sembrado amor toda tu vida.
Qué más puedo hacer le respondía
si mi madre me enseñó que basta perdonar
y no guardar rencor
porque de nada sirve enfermar el corazón.
Tuve heridas profundas
y sangré casi hasta llegar a la muerte.
Quedé en carne viva pidiendo piedad
y aquí estoy… dispuesta a dar
a quienes más daño me hicieron
para demostrarle que al fin y al cabo
que de quienes menos esperamos
encontramos la ayuda…
Y la palabra de aliento para seguir caminando…

Susana Beatriz Cuello-