Juego de luces

Decido jugar con la luz.
Tomo entre mis manos sus brillos.
Me baño el cuerpo con su calor
e impregno su perfume a los pies
para andar y desandar viejas costumbres
de caminar la oscuridad.
A veces a solas u otras acompañadas
de su sombra.
La intrusa,
cuando bajo la guardia
y permito que su sabor
me tome la mirada.
La desafío
hasta convertirla en ese rayito
que me sube al cielo
donde con nubes a bordo
juego rayuela en saltos cuánticos.
O sino a la lleva.
Nos correteamos hasta el cansancio.
El astro sol vigila nuestros pasos.
Dialogante se pregunta:
¿Qué hago trepada en las alturas
cuando me corresponde un lugar en la tierra?
Nuevamente otro reto y reviro:
no te creas el único
que si sitio de honor ocupas en el día
yo aún de noche sé vislumbrar la luz
en mis pupilas
al viajar a mis soles interiores.
Los agrando al compás del fulgor
y en la nota más aguda
dejo caer mis sudores.
Me obligan a subir y bajar mis sueños
por la escalera de Job.
Alados como el soplo de un destello
cuando frente al pasado se acurruca.

Bella Ventura-