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Novedades editoriales de Prometeo Catacumbas "Catacumbas" alude a la situación durante la cual fueron elaborados estos apuntes, no a su contenido. Años tenebrosos, de muerte y sufrimiento indecibles, que nos marcarán para siempre. A muchos todavía hoy nos sorprende haber sobrevivido a una dictadura ilimitadamente destructiva cuyo propósito, entre otros, fue la "solución final" a sangre y fuego de la ciclicidad pendular que describe O'Donnell en uno de los mejores documentos de trabajo aquí reunidos. Oscilación económica, y núcleo político de la inestabilidad entre las décadas de 1950 y 1970, cuyos extremos fueron una burguesía pampeana extensiva que se beneficiaba de transferencias gratuitas (sin contrapartida en producción) provocadas por las devaluaciones que seguían a las recurrentes crisis de balanza de pagos, y una alianza urbana entre asalariados e industriales protegidos, cuya dinámica importadora acarreaca ese déficit externo. Adorno y lo político Theodor W. Adorno (1903-1969) podría haber sido el último hegeliano de izquierda. Su lectura hobbesiana de Freud, sin embargo, lo convirtió en un filósofo marxista que desconfiaba de la revolución. Para él, todos los que se propongan crear una nueva sociedad siempre tendrán como obstáculo a la psiquis humana, porque los hombres constituyen su identidad identificándose con el opresor. La política podría eliminar el sufrimiento que el hombre padece como especie. Al crear las condiciones para que todos satisfagan la parte corporal de su felicidad, haría que cada individuo que llegue a ser feliz lo sea de manera auténtica. Pero la política sobrevive deformada, sea como activismo o como diálogo. Como praxis emancipadora fracasa, porque la psiquis humana se ha constituido para soportar el sufrimiento haciendo sufrir a otros, no para emanciparse de él. Lo que la política no trae al mundo lo compensa la ideología (a través de la industria cultural) y lo expresa el arte moderno en lenguaje negativo. La privatización de los cuerpos La privatización de ENTEL trascendió largamente el ámbito económico. De hecho, signó el camino que recorrería la administración neoliberal de los cuerpos de allí en más. Una compleja selección de personal, cuyo punto de partida estuvo marcado por una deliberada política de estigmatización social de los trabajadores estatales, puso en funcionamiento los mecanismos mediante los cuales Telefónica de Argentina construiría una nueva cultura laboral para volver extremadamente productiva a la fuerza de trabajo. En tal sentido, la tristemente célebre "reconversión" de los Recursos Humanos se apoyó en un aumento extraordinario del desempleo y en la cristalización en el campo jurídico de lo que dio en llamarse la "flexibilización laboral". |
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